En ocasiones, mientras leo explicaciones sobre la importancia del análisis técnico y del análisis fundamental, recuerdo la alegoría de la caverna de Platón. A pesar de los años, el mundo de la bolsa refleja perfectamente el cuento en el que unos hombres viven encerrados mirando sombras de objetos que representan cosas del mundo real.
Los gráficos que estoy siguiendo hoy, son esas representaciones que ni querido broker dibuja en mi pantalla. Y yo me juego el dinero todos los días en base a mi análisis sobre estos datos. Estudio datos que reflejan la cotización de productos derivados e indexados, "casi" en tiempo real. De hecho, diferentes brokers ofrecen precios ligeramente diferentes para los mismos productos.Y cuidado! los datos históricos suelen tener algún error de vez en cuando, lo que afecta a nuestros backtest. Pocas fuentes de datos al alcance del pequeño inversor son completamente fiables.
Pero la realidad económica está lejos de aquí. Cuando las noticias llegan a mi ordenador, ya están completamente caducadas y los peces gordos ya se han dado su banquete con ellas. Me siento atrapado en una caverna de la cual es imposible salir. Por lo tanto, debo aprender a desenvolverme en este mundo de incertidumbre, viendo la realidad parcialmente y deformada. La única salida es el conocimiento, aunque inalcanzable, nos da algunas pistas. Más allá de lo que muestran los gráficos y por supuesto lejos de falsos gurús del mundo sensible.
Os recomiendo el aprendizaje continuo sobre economía y finanzas. Pero sin creerse todo lo que nos digan. La experiencia me dice que si algún día me creo que conozco el funcionamiento de la bolsa, ese será un día de pérdidas. Y otro viejo refrán de bolsa: Espera lo inesperado.
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